Hace poco estuve revisando algunas notas antiguas que he publicado en Facebook y encontré una en la que había respondido un cuestionario acerca de lo que estaba ocurriendo en mi vida. Eran preguntas al azar como, ''¿Cómo tienes el pelo?, ¿De quién estás enamorada?, ¿Dónde vives?''.
Es interesante mirar hacia atrás y compararlo con lo que soy ahora. Muchos años atrás, habría imaginado una vida completamente diferente para mí.
Cuando tenía 17 años, tenía planeado asistir a la University of Western Ontario y luego cambiarme a la Escuela de Leyes para convertirme en una abogada criminalista. Estaba muy decidida y determinada… me imaginaba que cumplir este plan sería tarea fácil.
Pero luego me diagnosticaron una enfermedad neurológica rara que me debilitó por muchos meses. Y me trasladé a la costa oeste, un inesperado cambio de planes. Y terminé postulando a una pequeña universidad Cristiana, Trinity Western University. El plan inicial era cursar ahí mi primer semestre para de a poco independizarme y probar vivir una vida 'normal'. Terminé amando ese lugar, conociendo nuevos amigos, me cambié tres veces de carrera hasta decidir estudiar Servicio Social y finalmente allí conocí a mi marido.
Cuando mi marido y yo nos casamos, planeemos irnos a Toronto donde había sido aceptada en un programa de Servicio Social. Pero al final de nuestra Luna de Miel, me enfermé nuevamente. Una vez más mi enfermedad era responsable del cambio de planes.
Por lo tanto nos quedamos aquí en Seattle. Mi marido encontró un trabajo muy bueno con un programa de especialización laboral que le encanta. Me convertí en una esposa que se queda en casa y eso realmente me gusta. Me gusta crear nuevos proyectos de pastelería, de cosas para la casa y escribir blogs que le den ánimo a la gente y apoyar a personas con enfermedades a través de Facebook.
Los planes cambian. Todo el mundo sabe eso. Siempre me he preguntado porqué Dios permitió que me enfermara de nuevo cuando yo tenía tan buenas intenciones. Esperaba convertirme en trabajadora social médico y a lo mejor hacer mi práctica en la única Clínica que existe en el mundo para mi enfermedad en Toronto. En vez de eso Dios me trajo hasta aquí. Aún no estoy segura que se supone que haga "aquí", ¿Vuelvo a Servicios Humanos? ¿Estoy haciendo una diferencia al dar esperanza a gente online? ¿Aprecia la gente en los hospitales los productos de pastelería que les regalo?
Bon Jovi dice en su canción, ''Bienvenido a dondequiera que estés… Tienes que creer que, ahora y aquí, eres exactamente la persona que deberías ser''.
Por eso, bienvenido a dondequiera que estés. A lo mejor les pasa lo que a mí y no terminaron donde pensaron que lo harían por una enfermedad, o a por alguna otra desalentadora razón. Creo que Dios puede usar cualquier tipo de circunstancias para cumplir Su propósito. Max Lucado escribió una pequeña oración sobre el ''propósito del dolor''. A veces, las personas atraviesan por el sufrimiento para que su fe y esperanza en Dios sea un testimonio para la gente, que se sorprenderá de su paz en el sufrimiento. El padre de Max Lucado falleció de una enfermedad y, mientras estuvo enfermo, su fe trajo a un hombre a Jesús. El sufrimiento del padre de Max Lucado acercó a un alma a Dios, lo que es invaluable.
Puede que en este momento, dondequiera que estés, estés esperando. Actualmente yo estoy en espera. Estoy en espera de una cura. Estoy en espera del trabajo adecuado. Estoy a la espera de terminar mi quimioterapia.
Brandon Heath dice así en su canción, ''Espera y verás''.
Todavía me pregunto por qué estoy aquí
Todavía luchando con mis temores
Pero oh, Él tiene planes para mí
Y mientras más avanzo
Veo más claro
Que no vivo sin razón
Él tiene planes para mí
El apóstol Pablo trató de hablarle a las naciones sobre Jesús. En vez de aceptar a Pablo, la gente lo encarceló, lo encadenó para dificultar su misión. Él no terminó donde esperaba… sino que lo hizo donde Dios quería que estuviera, porque en su prisión, mientras estaba encadenado, pudo compartir su mensaje con los guardias del lugar.
"Hermanos, quiero que sepan que, en realidad, lo que me ha pasado ha contribuido al avance del Evangelio. Es más, se ha hecho evidente a toda la guardia del palacio y a todos los demás que estoy encadenado por causa de Cristo. Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin tremor la palabra de Dios".
Filipenses 1:12-14
Por lo tanto, dondequiera que estés en la vida, no es para nada. Dios está contigo dondequiera que vayas y puede usarte dondequiera que estés.
Bienvenido a dondequiera que estés.a