Hoy vi a
mi neurólogo y me dijo que le gustaría que probara un nuevo medicamento
para las convulsiones (el quinto) y que esperaba que éste no me diera
alergia. La razón para esto es que mi último encefalograma mostró que
aún tengo áreas en mi cerebro que están con riesgo de sufrir
convulsiones y este medicamento podría ayudar a prevenir que tenga otro
episodio de convulsiones subclínicas.
No me preocuparía por el medicamento si no fuera por los efectos secundarios. Uno de los mayores efectos secundarios es la fatiga. Me sentí un poco desilusionada al saber que podría sentirme con fatiga otra vez, justo cuando comenzaba a recuperar mis niveles de energía.
En el otoño pasado estaba tomando tres medicamentos para las convulsiones que me causaban mucha fatiga. Estaba tan débil que mi marido, tan gentil, siempre llevaba él las bolsas de las compras del auto a la casa. La debilidad física es parte de la vida... a veces nos sentimos débiles cuando estamos enfermos y al envejecer comenzamos a perder la fuerza física.
No tenemos mucho control sobre cuán fuerte somos físicamente. No importa cuánto ejercicio con pesas haga, soy probablemente demasiado pequeña para tener la misma fuerza física que mi esposo. Pero existe otro tipo de fortaleza sobre la cual sí tenemos control. Es la fortaleza del corazón.
Cuando tenía 17 años y mi cuerpo comenzaba a deteriorarse en la UCI debido a mi enfermedad, mis padres me dijeron que otros órganos comenzaban también a fallar y que sólo mi corazón se mantenía fuerte, probablemente porque era una adolescente físicamente activa. Sin embargo, no me refiero a esa clase de 'corazón fuerte', me refiero al corazón de la esperanza, fe y valentía.
Aunque quizá no podamos controlar nuestra fuerza física, siempre podremos ELEGIR la fortaleza de nuestro corazón. Ante las pruebas, puedes elegir el nivel de tu coraje. ¿Te haces a un lado y esperas que la prueba pase o la enfrentas con valentía y permites que eso te haga más fuerte de lo que eras antes?.
La fortaleza de corazón es la que te ayuda cuando la vida se complica. Cuando me sentía débil por la quimioterapia y fatigada por los medicamentos para las convulsiones, fue mi fortaleza de corazón la que me llevó a escribir este Blog, así puedo compartir la esperanza que tengo día a día, con ustedes.
Ralph Waldo Emerson dijo: 'Ganamos la fortaleza de lo que aprendemos a vencer'. La próxima vez que enfrentes tiempos difíciles, recuerda que es durante esos tiempos difíciles cuando tenemos la oportunidad de aumentar la fe y la fortaleza en
nuestros corazones.
Richard E. Byrd dijo: 'Son pocos los que durante toda su vida han estado cerca de hacer uso de todos los recursos que anidan en su interior. Hay profundos pozos de fortaleza interna que no se ocupan nunca'. Nunca subestimes la fortaleza de tu corazón. Cuando sientas que no eres lo suficientemente fuerte para enfrentar los problemas por los que pasas, ten por seguro que existe un Dios que te ama y que ha prometido darte Su fortaleza cuando la pidas. Salmo 138:3 . 'En el día que te invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi corazón.'.
Un corazón fortalecido también necesita ejercicio diario para que permanezca fuerte. Puedes mantener fuerte tu corazón, con pensamientos positivos, contando tus bendiciones, viviendo con esperanza y encontrando el propósito del dolor.
Elegí dejar que mi corazón sea más fuerte que la suma de todos mis problemas.
Dejar que mi Fe sea más fuerte que mi salud.
Dejar que mi esperanza siempre sea más fuerte que la vasculitis del sistema nervioso central.
Y 'que el Dios de la esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la Fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo.', Romanos 15:13.
No me preocuparía por el medicamento si no fuera por los efectos secundarios. Uno de los mayores efectos secundarios es la fatiga. Me sentí un poco desilusionada al saber que podría sentirme con fatiga otra vez, justo cuando comenzaba a recuperar mis niveles de energía.
En el otoño pasado estaba tomando tres medicamentos para las convulsiones que me causaban mucha fatiga. Estaba tan débil que mi marido, tan gentil, siempre llevaba él las bolsas de las compras del auto a la casa. La debilidad física es parte de la vida... a veces nos sentimos débiles cuando estamos enfermos y al envejecer comenzamos a perder la fuerza física.
No tenemos mucho control sobre cuán fuerte somos físicamente. No importa cuánto ejercicio con pesas haga, soy probablemente demasiado pequeña para tener la misma fuerza física que mi esposo. Pero existe otro tipo de fortaleza sobre la cual sí tenemos control. Es la fortaleza del corazón.
Cuando tenía 17 años y mi cuerpo comenzaba a deteriorarse en la UCI debido a mi enfermedad, mis padres me dijeron que otros órganos comenzaban también a fallar y que sólo mi corazón se mantenía fuerte, probablemente porque era una adolescente físicamente activa. Sin embargo, no me refiero a esa clase de 'corazón fuerte', me refiero al corazón de la esperanza, fe y valentía.
Aunque quizá no podamos controlar nuestra fuerza física, siempre podremos ELEGIR la fortaleza de nuestro corazón. Ante las pruebas, puedes elegir el nivel de tu coraje. ¿Te haces a un lado y esperas que la prueba pase o la enfrentas con valentía y permites que eso te haga más fuerte de lo que eras antes?.
La fortaleza de corazón es la que te ayuda cuando la vida se complica. Cuando me sentía débil por la quimioterapia y fatigada por los medicamentos para las convulsiones, fue mi fortaleza de corazón la que me llevó a escribir este Blog, así puedo compartir la esperanza que tengo día a día, con ustedes.
Ralph Waldo Emerson dijo: 'Ganamos la fortaleza de lo que aprendemos a vencer'. La próxima vez que enfrentes tiempos difíciles, recuerda que es durante esos tiempos difíciles cuando tenemos la oportunidad de aumentar la fe y la fortaleza en
nuestros corazones.
Richard E. Byrd dijo: 'Son pocos los que durante toda su vida han estado cerca de hacer uso de todos los recursos que anidan en su interior. Hay profundos pozos de fortaleza interna que no se ocupan nunca'. Nunca subestimes la fortaleza de tu corazón. Cuando sientas que no eres lo suficientemente fuerte para enfrentar los problemas por los que pasas, ten por seguro que existe un Dios que te ama y que ha prometido darte Su fortaleza cuando la pidas. Salmo 138:3 . 'En el día que te invoqué, me respondiste; me hiciste valiente con fortaleza en mi corazón.'.
Un corazón fortalecido también necesita ejercicio diario para que permanezca fuerte. Puedes mantener fuerte tu corazón, con pensamientos positivos, contando tus bendiciones, viviendo con esperanza y encontrando el propósito del dolor.
Elegí dejar que mi corazón sea más fuerte que la suma de todos mis problemas.
Dejar que mi Fe sea más fuerte que mi salud.
Dejar que mi esperanza siempre sea más fuerte que la vasculitis del sistema nervioso central.
Y 'que el Dios de la esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la Fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo.', Romanos 15:13.
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